bloqueador de publicidad

En los últimos días distintos medios se han adelantado a anunciar que Google, con la actualización de Google Chrome que lanzará en enero de 2023 no permitirá instalar la extensión de bloqueador de anuncios para nuestro buscador. Esta noticia ha saltado días después de que la misma plataforma permitiera acceder a la Beta 99.0.4844.16 de Chrome.

Muchos de ellos revelan que Google ha llevado a cabo estas acciones por nuestro bien. Pero ¿Hasta qué punto y qué implicaciones tendrá esta nueva versión de uno de los buscadores más utilizados por los internautas? En este artículo analizamos los hechos en profundidad.

¿Para qué sirve un bloqueador de anuncios?

Como su propio nombre indica, un bloqueador de anuncios sirve para evitar que en las páginas web nos aparezcan un gran número de banners y pop-ups que nos molesten a la hora de tener una adecuada experiencia de usuario en la red.

Algunos de los más conocidos son AdBlock, Ublock Origin o AdGuard, entre otros, y acumulan varios millones de usuarios activos.

Varios medios han publicado que esta nueva actualización supondrá el fin de este tipo de bloqueadores automáticos, sin embargo ¿Cuanto tiene esto de cierto?

¿Es cierto que no podremos utilizar ningún bloqueador de anuncios?

A pesar de que es cierto que Google ha anunciado su nueva beta, y que en ella hay distintas restricciones para muchos programas que actúan como bloqueador de anuncios, es necesario señalar que lo que restringe concretamente este tipo de anuncios es la restricción de la extensión Mv2 incluso para las extensiones empresariales, la extensión con la que funcionan los principales bloqueadores de anuncios.

A pesar de esto, Google habilitará una nueva extensión, concretamente la Mv3, que de entrada, no restringe directamente a ningún programa bloqueador de anuncios, sin embargo, si que dificultará la transición de este tipo de programas, que deberán adaptarse a ella.

El motivo que ha dado la compañía ha sido una cuestión relacionada con la privacidad de los usuarios, que mejorará notablemente la seguridad de los datos.

Dando esto por sentado, igualmente algunas de estas compañías dedicadas a crear bloqueador de anuncios han informado de que Mv3 limita a los creadores cortando su potencial de innovación.

Pero entonces ¿Es cierto que los bloqueadores de anuncios desaparecerán?

La respuesta es clara, y es que no. Tenemos que partir de que Google Chrome no es el único buscador que existe, y las empresas de bloqueadores de anuncios tarde o temprano tendrán que pasar por el aro y adaptar sus extensiones a Mv3.

Igualmente, existen otros buscadores que no aplicarán esto, por lo que podremos seguir utilizando nuestro bloqueador de anuncios en Safari, por ejemplo, que nos permitirá seguir utilizándolas sin ningún tipo de problema.

¿Qué dicen las empresas propietarias de bloqueadores de anuncios al respecto?

Los propietarios y colaboradores de los distintos programas para bloquear anuncios en internet no han tardado en pronunciarse, en el medio The register han hecho las siguientes declaraciones.

«Si me preguntas si podemos tener una versión Manifest V3 de Privacy Badger, mi respuesta es sí, podemos y lo haremos. Pero el problema es más insidioso. Es que Manifest v3 limita ciertas capacidades de las extensiones y corta el potencial de innovación»»

– Alexei Miagkov, tecnólogo senior de la Electronic Frontier Foundation

«Hemos estado muy satisfechos con la estrecha colaboración establecida entre el equipo de extensiones de Chrome de Google y nuestro propio equipo de ingeniería para garantizar que las extensiones de bloqueo de anuncios sigan estando disponibles después de que Manifest v3 entre en vigor»

– Sofia Lindberg, líder tecnológica de Eyeo, creadores de Adblock Plus

Así mismo, los desarrolladores de Google se han pronunciado, desde años atrás, sobre estas modificaciones de seguridad en sus aplicaciones.

«Ha habido mucha confusión y concepto erróneo tanto en torno a las motivaciones como a las implicaciones de este cambio, incluida la especulación de que estos cambios fueron diseñados para prevenir o debilitar a los bloqueadores de anuncios. Este no es en absoluto el objetivo. De hecho, este cambio está destinado a dar a los desarrolladores una forma de crear bloqueadores de anuncios más seguros y eficientes»

– Simeon Vincent, defensor de los desarrolladores de Chrome

Como podemos observar, el debate sigue abierto con respecto a este tema, y los distintos desarrolladores, de ambas partes, mantienen una tensión que probablemente termine con la imposición de las condiciones de Google, ya que es el desarrollador del entorno donde las distintas empresas de bloqueo de publicidad trabajan.

¿Cómo podría esto afectar a Google Chrome?

Según señaló Schmetz «antes la gente pasaba de Chrome a Firefox si no había una extensión disponible. Y eso dejó de ocurrir». Esto se debe a que Chromium tiene el monopolio de las extensiones que se aplican en los navegadores como Chrome o Firefox, de tal forma que en el caso de que los usuarios quisieran cambiar de un navegador a otro, no encontrarían diferencias en cuanto a las extensiones, como antes sí ocurría.

Todo esto parece indicar que, aunque los usuarios cambien de un navegador a otro (por ejemplo de Chrome a Opera, también basado en Chromium), Google no saldrá gravemente perjudicado.

Igualmente, Safari ofrece una alternativa no basada en Chromium, sin embargo, solo esta disponible para los usuarios de Apple, por lo que en el caso de que no siendo propietario de un iPad, Mac o iPhone, las posibilidades de los usuarios quedan bastante limitadas.

En este sentido, Waterfox, Lunascape, K-Meleon o Tor son alternativas a navegadores basados en Chromium, y su rendimiento es notablemente bueno, por término general, aunque en comparación con los navegadores basados en Chromium, no tienen nada que ver, por lo que tampoco se han alzado, al menos de momento, como posibles competidores.

Principales afectados por el cambio

Como en todo lo que ocurre en internet, los afectados, para bien y para mal, son varios tipos de agentes. Por una parte, las empresas tendrán más posibilidades de conseguir que la publicidad llegue a sus consumidores objetivos, puesto que las limitaciones en el bloqueo de anuncios en YouTube o en Google, quedarán restringidas, de tal forma que los usuarios deberán pasar por el aro y ver los anuncios igualmente.

Ellos son otros de los grandes afectados. Aquellas personas que detestan la publicidad intrusiva deberán agachar la cabeza y visualizar la publicidad en el caso de que no decidan optar por alternativas al navegador.

Finalmente, estarán afectados los creadores de bloqueadores de publicidad, dado que todo su trabajo se verá coartado por las normas impuestas por Google de forma monopolística, puesto que los navegadores más famosos (excepto Safari) están basados en Chromium, por lo que no podrán ofrecer a sus clientes un servicio tan bueno como el que han tenido hasta ahora.

A pesar de todo esto, la mejor reflexión que podemos hacer desde una consultora de marketing digital es preguntarnos ¿Qué estamos haciendo mal para que la gente no quiera ver nuestra publicidad? ¿cómo podemos mejorar los resultados de nuestras campañas para que la gente no acabe quemada con nuestra marca?

Estas son dos de las grandes preguntas que el equipo de toda empresa debe hacerse a la hora de poner en marcha sus campañas de publicidad, y no solo por los bloqueadores de publicidad, sino, sobre todo, por los usuarios que dedican minutos de su valioso tiempo a visualizar el contenido de nuestras marcas.

Al menos les debemos eso.

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